Monitoreo Científico de las Aves Migratorias y Residentes en los Bosques Caducifolio y Semicaducifolio del Parque Nacional Chagres, Panamá
¿Cuál es la importancia de monitorear aves?
La estabilidad de las poblaciones de aves podría ser sinónimo de salud ambiental. Si nosotros, al modificar el paisaje o al cambiar los usos de las coberturas forestales, se verá reflejado en el comportamiento y tendencias de las comunidades de aves que allí habitan. Es por ello, que, por las constantes transformaciones de los paisajes naturales, la conservación de la vida silvestre se convierte en un reto mayor para investigadores y planificadores en tratar de conservar poblaciones, comunidades, y procesos ecológicos.
¿Porqué se requiere monitorear las poblaciones de aves?
A través de los monitoreos se evalúan las tendencias de las poblaciones de aves, es decir, si la población de una especie decrece, se mantiene o aumenta a través del tiempo. Por lo tanto, se requiere que los monitoreos sean una actividad a largo plazo y sistemática. En caso de tendencias no deseadas, como la declinación de las poblaciones, este dato nos pudiera indicar que algo está sucediendo con la condición o con el hábitat de esa especie de ave, y es cuando se le puede considerar o no como en peligro o amenazada. Al darse estas señales de emergencia es cuando por lo general surgen las gestiones de conservación, pero en el mejor de los casos, los datos del monitoreo nos deberían permitir predecir cambios no deseados para las poblaciones de aves.
Los análisis de datos de los monitoreos de estaciones de aves en los Estados Unidos, realizados por la North American Breeding Bird Survey (BBS) indican el declive en las poblaciones de varias especies de aves migratorias neotropicales en las últimas décadas, y en respuesta a esta problemática surgieron varias iniciativas o alianzas, tales como: PIF, NABCI y NMBCA.
Como iniciativa regional para el monitoreo de aves migratorias, surgió el Programa de Monitoreo MoSI (Monitoreo de Supervivencia Invernal de Aves), el cual se desarrolla en regiones como México, Centroamérica y el Caribe. Esta metodología para el monitoreo de aves fue desarrollada por el Institute for Bird Populations (IBP) de los Estados Unidos, cuyo objetivo era la de obtener estimaciones de supervivencia, e índices de la condición de las aves, principalmente las especies migratorias enlistadas en el Neotropical-wintering migratory birds –(NTMB´s).
El Programa de Monitoreo MoSI era un esfuerzo conjunto de instituciones y ornitólogos interesados en el monitoreo, investigación y el manejo adecuado de las aves. Desde el 2003 inició un estudio piloto con 80 estaciones en Mesoamérica para identificar las causas de los cambios poblacionales de las aves, de manera tal que se puede formular recomendaciones adecuadas de manejo. Hoy día se ha reestructurado el Protocolo y ya se cuenta con resultados para supervivencia invernal para 26 especies migratorias, lo cual nunca se había podido lograr.
Porqué monitorear las aves de los bosques caducifolios y semicaducifolios de Campo Chagres?
En el documento “Alto Chagres: Construyendo un mecanismo para medir el éxito de la conservación” (Candanedo y Samudio, 2005), se establecen cinco objetos de conservación, uno de los cuales es el bosque seco (refiriéndose al bosque caducifolio y semicaducifolio). En dicho documento se recomendaba incluir al grupo de las aves migratorias neotropicales, como un indicador del estado de estos bosques en Campo Chagres, debido a su alta diversidad y cantidad. Por otro lado, el documento “Evaluación del estado de conservación y amenazas al bosque caducifolio y bosque semicaducifolio del Parque Nacional Chagres” (ANCON 2006) desarrolla un protocolo para la riqueza de aves migratorias como indicador del estado y amenaza del objeto de conservación, es decir, los bosques caducifolio y semicaducifolio.
En el 2003, da inicio el monitoreo de aves en la estación MoSI de Campo Chagres en el Parque Nacional Chagres. Como el objetivo principal era medir sobrevivencia de aves migratorias, desde el 2003 se anillaron aves migratorias neotropicales, y los datos se enviaron cada año al IBP para sus análisis, y a partir del 2007 se empezaron a anillar aves residentes con anillos de metal de enumeración única para esta estación, por lo que contamos con datos de más 10 años.
ÁREA DE ESTUDIO
El área de estudio son los bosques secos de Campo Chagres en el Parque Nacional Chagres que se caracteriza por tener parches boscosos continuos de bosques caducifolio y semicaducifolio. Se llega a la comunidad de Chilibre, y por la Avenida Madden que va de camino a la represa Madden, se encuentra una garita y un portón el cual es el acceso a las oficinas administrativas de Campo Chagres del Parque Nacional Chagres (Fig. 1).
En un estudio de ANCON (2006) se señala que en el área de Campo Chagres y en la represa Madden, la mayor parte de los parches eran de bosque caducifolio (380.80 has, 10.2%).
Fig. 1: Estación para el monitoreo de aves en los bosques caducifolio y semicaducifolio de Campo Chagres, Parque Nacional Chagres, Panamá.
Algunos resultados de uno de los últimos monitoreos (2016), evidenciaron la existencia (recapturadas en redes de niebla), de 12 individuos de 9 especies de aves, que viven o habitan, con edades de hasta 11 años, lo cual es una larga vida para aves paserinas de tamaño pequeño a mediano. Entre las especies recapturadas con anillo de metal fueron: mosquero real (Onychorynchus coronatus), xenops bayo (Xenops minutus), tángara-hormiguera gorgirroja (Habia fuscicauda), trepatroncos pardo (Dendrocincla fuliginosa), el saltarín coludo (Chiroxiphia lanceolata), hormiguero collarejo (Hylophylax naevioides), trepatroncos gorgianteado (Xiphorhynchus susurrans), saltarín cuellidorado (Manacus vitellinus), espiguero variable (Sporophila americana) y mosquerito colirrufo (Terenotriccus erythrurus).